Las invasiones biológicas (especies transportadas por el ser humano fuera de su región de origen a otras regiones donde se establecen y expanden) son una de las mayores causas de perdida de biodiversidad. Las plantas luchan por los nutrientes, el espacio y la luz, pero también por los insectos polinizadores.En este contexto, científicos de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), de la Estación Biológica de Doñana del CSIC y del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA), han publicado en la revista Oecología un estudio que se aproxima al problema.Ignasi Bartomeus, investigador en la UAB y autor principal del estudio, señala a SINC algunos detalles importantes: “las invasiones no siguen un único patrón; por eso es necesario comprender los mecanismos y la estructura por los cuales compiten con las especies autóctonas”.
El estudio revela que las plantas invasoras desempeñan un papel central en la red de polinización de las plantas, ya que Opuntia stricta ha recibido, durante el periodo de estudio, un 30,9% de las visitas de insectos y Carpobrotus affine acinaciformis, un 43,4%.
Los científicos han descubierto que, cuantos más recursos disponibles haya en la comunidad, más polinizadores se verán atraídos hacia todas las plantas, aunque todavía no se sepa si el efecto en la semilla de la planta autóctona es positivo o no. Es el caso del Carpobrotus, que puede tener efectos que ayudan a la polinización de las plantas autóctonas.
Hecho por brayan
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